miércoles, 5 de septiembre de 2012


Aun recuerdo lo que reflejaba su rostro. Lo mucho que me hacía ver cuando bajaba la mirada, se notaba el dolor en sus ojos, incluso las ganas de gritar. Música de fondo. Encendía un cigarrillo y se sentaba en silencio. ¿Realmente somos tan vulnerables al dolor? Es irónico, me miraba con los ojos pintados de un color oscuro y carmín en los labios y decía, - Estoy bien, pequeña.
Cuando en realidad su mirada decía lo contrario. 

3 comentarios:

  1. Me ha llegado mucho este texto, es difícil fingir estar bien cuando la mirada nos delata.
    Me encanta :))

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  2. siempre con ese cigarrillo con el que pretendes calmar el momento y lo único que pasa es que te hace ser más tenso! ")

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  3. Me ha gustado muchisimo tu blog, me identifique mucho.
    Un besazo, te espero!

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