martes, 9 de agosto de 2011

Tu voz temblaba mientras decías” tenemos  que hablar" en ese momento mi cabeza tenía miles y miles de preguntas que te quería hacer pero no me atrevía a hablar, estuvimos dos minutos sin hablar hasta que lo entendí. Y ahí se acabó todo. Salí corriendo, sin rumbo alguno. Tuve la oportunidad de decírtelo pero no podía. Desconozco el motivo del por qué de todo esto. Y ha pasado tiempo, y sigo esperándote como una estúpida, mantengo la esperanza y cada día espero tu llamada, porque la verdad necesito otra oportunidad. Y no entiendo por qué hemos tenido que dejar esto. ¿Qué tengo que hacer? porque no, no estoy bien, y solo oír tu nombre me recuerda a cada momento contigo. Ahora mismo es imposible que algo me salga bien, tengo un vacío inmenso dentro de mí. Siento que ya no soy la misma, tú conseguías calmarme si algo iba mal, pero... ahora todo va mal y no estás. Y me he dado cuenta de que cada inseguridad que tuve lo ha arruinado todo porque podría haber luchado más tenía mil cosas que explicarte y no lo hice. Porque todos merecemos una oportunidad de vez en cuando pero te entiendo y sé que yo no porque ya me diste muchas y no supe aprovecharlas porque me querías y yo a ti pero no fui capaz de demostrártelo. Y es verdad eso que dicen que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

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