martes, 30 de agosto de 2011

Como amar a un imbécil
Me cabrea. Me desquicia. No le encuentro sentido. Hay veces que no lo comprendo. Muchas veces le odio, pero muchas más tengo ganas de darle una… No me digas mil “te quiero” Me gusta oler ese olor que desprende tu cuello.
Esos besos de pez que tanto detesto. Como tú detestas que cambie la música del coche antes de que acabe la canción. Detesto que te vayas, pero me encanta que vuelvas. Detesto las discusiones, no me gustan, pero me encantan las reconciliaciones. No me gusta que estés triste, ni tampoco preocupado. Cargaré contigo las veces que haga falta, pero no puedo asegurar que pueda con tanto peso. No prometo miles de días felices, pero tampoco prometo miles de días malos. Prometo miles de sonrisas, miles de abrazos y miles de besos. Prometo no defraudar, no. Prometo amarte y nunca olvidarte. Pero defraudar siempre lo hacemos y aprendemos. Sólo prometo amarte porque si de algo estoy pillada es absolutamente de tu gran gilipollez. Y ahí queda.
Soy la mayor masoquista del mundo. El amor ya es de por sí masoquista y a todos nos llega. La pregunta es: ¿Cuándo y con quién? Nunca lo vas a saber hasta que lo encuentres cierto día de noche.
Te cabreaste a más no poder sin ni siquiera conocerle y ya está. Ya te has quedado pillada, ya no hay marcha atrás. Le vas a conocer, te va a encantar aún más que te esté cabreando. Te va a encantar que te pongas celoso. Te va encantar preocuparte por esa persona. Te va a encantar gritarle, discutir. Te va a encantar llorar por él. Te va a encantar todo lo malo y todo lo bueno, por eso te va a encantar más lo malo para destacar más lo bueno que es poco y en pequeñas dosis. En resumidas cuentas, te va encantar amarle y ya está. Es así de simple.
¿Que por qué le quiero? Ni puñetera idea. Es normal, ¿no? ¡Y una mierda!

¿Sabéis que se siente cuando estas enamorado? Y no me digáis que se sienten mariposillas en el estomago, que eso ya esta muy visto. Yo me siento eufórica. Feliz. Sonrío. Río. Mofo. Me encanta estar enamorada. Pero luego... No hay que subir muy alto en las nubes, que luego mas larga es la caída.

Admiro a la gente que vive sin problemas, que mira el mundo con despreocupación, a diferencia de ellos, yo sufro más de la cuenta. Prefiero ser la peor de las mejores que la mejor de las peores

sábado, 27 de agosto de 2011

No daría mi vida por nadie, porque entonces la daría a ella.
La quiero como a nadie, y supongo que ella a mi. Es sin duda la mejor de todas.
Es diferente, es especial, es transparente, es servicial, es.. ALUCINANTE
Y es que tiene ese poder de buscarle el lado bueno a todos mis problemas y el poder de convertir mis lágrimas en dolores de barriga, por la risa.
La única que sabe buscarme las cosquillas, pero muchas veces la única que hace que me desespere.
Para todo, siempre la tengo aquí, a mi lado, al igual que ella me tiene a mi. Después de tantos años juntas, día a día sigue sorprendiéndome.
He conocido a muchas "amigas" demasiadas, quizás, pero ninguna se acercará nunca a una milésima parte de lo que es ella.
La amo con la locura más grande de todas. Nunca me separaré de ella, ya que mi vida no tendría ningún sentido si no voy agarrada de su mano. Es la que me apoya en todas las cosas del mundo, la que espero que esté ahí el resto de mi vida.
Te quiero muchisimo y tú lo sabes bien. ML.A.J

miércoles, 24 de agosto de 2011

En ese momento te das cuenta, de que todavía queda algo, aunque sea casi inexistente, pero puedes sentirlo, y no lo dices, pero cuándo le ves te sigue latiendo el corazón más fuerte de lo normal, y te pones nerviosa, y dices que le odias, pero en realidad estas pensando en que él da sentido a tu vida .Luego a las demás personas, las engañas, y dices que le has olvidado, que ya no es nada, y lo dices tantas veces, que tú corazón se lo cree, de una forma estúpida pero lo hace. Y empiezas a ver la vida distinta, ya no te sientes tan atada, y sí, le sigues queriendo, pero de una manera distinta, porque le quieres, pero tu corazón no lo sabe; en realidad, tu corazón piensa que esta enamorada de otra persona, y se lo dices al mundo, aunque esa persona sea un chico que ves pasar por la calle, tu corazón, piensa que se ha enamorado. Y un día cuándo crees odiarle, y haber rehecho tú vida, habláis, y está más simpático que nunca, a ti te sorprende, y miras una foto suya, entonces, notas que tú corazón empieza a recobrar el sentido y notas, como empieza a ser liberado, y lo sientes, sientes que todavía le quieres.

domingo, 14 de agosto de 2011

Si vas a tener un mundo sin tiempo para los sentimientos, no creo que yo quiera vivir en el.

Y ella era adicta a sus miradas, a sus caricias y a sus besos.
 Él, el típico al que le encantaba verla, pero muy de vez en cuando y sólo si no tenia otro plan.

Dos consejos.

No tomes decisiones cuando estés cabreado, ni hagas promesas cuando seas feliz.
Búscame cuando eches en falta las risas, las caricias que erizan la piel, las conversaciones sin rumbo, los abrazos en los malos momentos y las locuras.

jueves, 11 de agosto de 2011


-Hola.
+Hola, quería un helado de sabor "hoy no quiero hablar con nadie".
-¿Grande o pequeño?
+Grande.
-Toma.
+Oye, esto no es lo que te he pedido.
-Ya, es sabor "tienes una sonrisa preciosa"
Alguien que después de leerse mi lista de defectos siga deseando besarme de nuevo.

Entre lo que no sé y lo que no quiero saber, hay un espacio que he dejado vacío para que guardes tus cosas, y te quedes conmigo.
Y me acuerdo de todos los besos que a veces pude dar y no di.

martes, 9 de agosto de 2011

Alguien que se pierda a mi lado para después rescatarme de laberintos sin sentido. Que me mire, lo mire, y me tiemblen las piernas sin remedio. Alguien que esté loco por mí, y no se olvide de decírmelo todos los días. Alguien que cosa disfraces a mis días malos y los convierta en buenos. Que no se enfade si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo. Que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer. Que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude. Que no me haga sufrir porque sí pero que no me venda amor eterno ni me lo ponga fácil. Alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin cogerme de la mano. Que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel. Que no le guste verme llorar y que me haga reír hasta cuando no tengo ganas. Que si mira a otra, luego me guiñe un ojo, y se ría de mis celos .Y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.
Alguien a quien amar
Tu voz temblaba mientras decías” tenemos  que hablar" en ese momento mi cabeza tenía miles y miles de preguntas que te quería hacer pero no me atrevía a hablar, estuvimos dos minutos sin hablar hasta que lo entendí. Y ahí se acabó todo. Salí corriendo, sin rumbo alguno. Tuve la oportunidad de decírtelo pero no podía. Desconozco el motivo del por qué de todo esto. Y ha pasado tiempo, y sigo esperándote como una estúpida, mantengo la esperanza y cada día espero tu llamada, porque la verdad necesito otra oportunidad. Y no entiendo por qué hemos tenido que dejar esto. ¿Qué tengo que hacer? porque no, no estoy bien, y solo oír tu nombre me recuerda a cada momento contigo. Ahora mismo es imposible que algo me salga bien, tengo un vacío inmenso dentro de mí. Siento que ya no soy la misma, tú conseguías calmarme si algo iba mal, pero... ahora todo va mal y no estás. Y me he dado cuenta de que cada inseguridad que tuve lo ha arruinado todo porque podría haber luchado más tenía mil cosas que explicarte y no lo hice. Porque todos merecemos una oportunidad de vez en cuando pero te entiendo y sé que yo no porque ya me diste muchas y no supe aprovecharlas porque me querías y yo a ti pero no fui capaz de demostrártelo. Y es verdad eso que dicen que nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

lunes, 1 de agosto de 2011

Me gusta caminar con las manos en los bolsillos. Aunque éstos se deformen por ser de pantalones estrechos. Me gustan los pantalones estrechos. Me gustan los botines de piel y los pañuelos al cuello. Los abrigos largos y los cortos. Me gusta caminar con los ojos cerrados “viendo” a la gente con el resto de los sentidos. Me gusta pasar la mano por la fría barandilla mojada después de una mañana de lluvia. Me gustan las mañanas de lluvia. Me gusta el sonido de la cafetera y el olor a café recién hecho. Me gustan las manos entrelazadas sobre el regazo y los ojos entrecerrados en la sonrisa. Me gusta la luz que se cuela por debajo de la puerta cerrada, por la mañana cuando todos duermen. Me gusta caminar descalzo y sentir los cambios de temperatura cuando entro a habitaciones diferentes. Me gustan las pecas. Y el pelo rojizo. Me gusta quedarme en silencio con alguien y que no sea incómodo. Me gusta andar de espaldas y me gusta lanzar al aire monedas. Me gusta mirar el mar y contar los segundos antes de que la espuma blanca de las olas llegue al punto más alejado de la orilla antes de retirarse. Me gusta pasear de cara al viento y luego tocarme la nariz y sentirla fría. Me gusta el chocolate. Me gusta sentir la respiración suave de alguien apoyado en mi hombro. Me gusta el cosquilleo que produce que me susurren al oído. Me gusta que me cuenten secretos. Me gustan las tardes sin nada que hacer, porque siempre se me ocurre algo. Me gusta dormir hasta tarde pero también me gusta aprovechar la mañana. Me gustan los botes grandes de cristal y las cajas pequeñas de madera. Me gusta reírme hasta que me duele la parte baja del estómago. Me gustan los perros que responden mirándote cuando los llamas por su nombre. Me gusta besar con los ojos cerrados. Me gusta besar. Me gusta encontrar cosas que significaron algo y que hacía tiempo que no veía, como también me gusta oír canciones cosidas a recuerdos que hacía tiempo que no oía. Me gusta ver la televisión sin volumen, tapada con mi manta, en mi lado del sillón e imaginándome los diálogos.
Pero sin duda, lo que más me gusta, es que me gusten tantas cosas. Y que me ocurran tan a menudo