Aprovechaba cada caricia para dibujar infinitos con las puntitas de mis dedos en su piel, pensando así que eso le haría permanecer a mi lado más tiempo. Aferrándome a la popular idea de tumbar el ocho para siempre, como si eso fuera a servir de algo. Aunque no perdía nada con intentarlo.
Holi bloggers, aprovecho que tengo un ratito libre para subir nueva entrada y para informaros de que pronto incorporaré un chat en el blog donde podréis preguntarme cositas, consejos o lo que queráis. ¡Besitos!