viernes, 27 de diciembre de 2013


A día de hoy estoy segura de que si mañana muriera, no lamentaría todas las cosas que podría haber hecho y no hice, añoraría las cosas que hago diariamente y no podré volver a hacer.
Echaría de menos cada uno de los olores de las cosas que como, el olor del gel e incluso de la colonia de bebé que aun sigo usando a pesar de la edad que tengo. ¿Sabéis la sensación de ir por la calle y que un desconocido te ofrezca su sonrisa? Esa sonrisa seria una de las cosas que más extrañaría. 
Recordaría los pocos viajes que he hecho a lo largo de mi corta vida, pero los buenos momentos que me traje de aquellos lugares. Añoraría cosas como el mar, el chocolate, los comienzos y las despedidas a media noche.
Ya no habría malos recuerdos, porque la tierra no tiene penas que el cielo no pueda curar.