martes, 2 de diciembre de 2014


Que bonito cuando alguien hace que crezcan flores en las partes más triste de ti. Cuando unas manos abrasadoras recorren todos los recovecos inexplorados de tu cuerpo. Camas con sabanas aun blancas repletas de sueños en vivo y a color.

Que bonito cuando alguien cree en el esquematizado caos de tu vida. Sin preguntas. Sin esperar una respuesta que, a tontas y a locas, le das una fría tarde de marzo.

Que bonito cuando alguien hace que crezcan flores en las partes más tristes de ti, sí, flores repletas de raíces y con alas. Pero las alas que estén bien arriba, en las partes que aun quedan felices de ti, para poder coger ventaja y volar alto.