Esto no es lo que parece.
O quizás si, es todo lo que parece. No voy a negarlo, ¿por qué?.
Por primera vez el tiempo corre a nuestro favor, no hay prisa, no hay miedos, no hay peros, ni contras, ni ángulos opuestos.
Es más, hay magia, puedo notarlo, hay intriga, incluso se puede decir que empieza a haber algo, aunque la desconfianza aun no ha decidido salir del todo.
No te preocupes, cada vez la veo menos.

¿Sabes? Aun recuerdo la última vez que nos vimos.
Aun recuerdo tus ojos, la manera de mirarme y las palabras que fuiste grabando a fuego lento en mi mente.
Recuerdo incluso el frío y la manera que al  viento le gusta acariciar tu cara.
¿Quieres saber algo más?
Todo ha cambiado desde que te fuiste, el calor a empezado a enfriarse, y empiezan a aparecer las primeras motas de polvo.
Las películas de amor comiéndonos a besos, los menajes y la risas, ya han dejado de venir por aquí.
Antes esto solía estar siempre lleno de gente,
ahora el silencio, el blanco, inunda mi vida.

-      ¿Crees que fue una casualidad?

+  ¿A qué te refieres?

-      Ya sabes, a lo nuestro.

+  Para nada. Deje de creer en las casualidades la primera vez que te vi, que tú llegaras a mi vida no fue una casualidad. Todo estaba escrito mucho antes.

-      ¿Y si en vez de llegar yo, hubiera llegado otra chica?

     +   Pues habría sido eso, solo una chica más.