Que seré esta vez yo la que tenga el detalle y no tú. Ya que es ahora cuando no me quedan dudas ni me faltan motivos. Me sobran las ganas verte siempre o de quedarme esperando a que vengas porque, cariño, siempre he querido más.
La magia de los comienzos consiste en encontrar a alguien que te salve de tus propios demonios, yo solo me conformé con que los escucharas. Me salvaste porque eres lo más parecido a un ángel cuando sonríes. Y que bonita suena la risa cuando sale de ti. Y que bonitas y melódicas parecen las palabras más simples cuando vienen de tu boca. Por no hablar de lo especiales que se han vuelto los sábados desde que llegaste.
Quiero que sigas aquí, convirtiendo mi rutina en algo poco común, un tiempo indefinido, da igual cuanto tiempo pase porque no vamos a tener que medirlo.